¿Es cierto que la leche ayuda al crecimiento de nuestros hijos?

Desde pequeños escuchamos a nuestras madres decir una y otra vez “Bébete la leche o no crecerás”. Que la leche de vaca es una importante fuente de calcio es una realidad, pero ¿es cierto que la leche ayuda al crecimiento de nuestros hijos? En este post vamos a profundizar en esta cuestión y a darte algunos tips sobre el papel del calcio en el desarrollo y crecimiento de los huesos. 

El calcio es un mineral que ayuda en la formación de nuestros huesos. Nuestro cuerpo elimina y reemplaza de forma constante pequeñas cantidades del calcio de nuestro organismo, por lo que si se elimina más calcio del que se reemplaza, los huesos pueden debilitarse. 

En este sentido, el calcio sí contribuye al fortalecimiento de los huesos, pero ¿por qué es importante en la fase de crecimiento? 

La necesidad de calcio es más alta en la niñez y la adolescencia porque los huesos están en fase de crecimiento, por lo que contar con calcio adicional para que los huesos estén más fuertes y más resistentes en la edad adulta es siempre beneficioso para la salud futura del niño.  Por ello, se considera que la mayor parte del calcio que se necesita para lograr huesos fuertes tiene que obtenerse antes de los 17 años. 

¿Cuál es la cantidad de leche recomendada para los niños?

La leche es un alimento natural beneficioso para el desarrollo en la infancia. Durante los primeros 6 meses es recomendable que la leche materna sea el alimento exclusivo del beb y, si es posible, mantener su consumo hasta los dos años.

La Asociación Española de Pediatría da una pauta muy clara: a partir de un año, un niño sano puede empezar a tomar leche de vaca, incluso antes, en pequeñas cantidades. Su organismo ya está maduro y sus riñones, preparados para ello.

En cuanto a la cantidad de leche recomendada, sigue sin haber un consenso entre los diferentes organismos y sociedades científicas pero a grandes rasgos, se habla de entre 300 y 750 cl al día, lo que serían entre 2 y 3 raciones de lácteos diarias. 

La leche tiene baja densidad calórica, y una cantidad equilibrada de proteínas, hidratos de carbono y grasas. Es un alimento de fácil digestión y asimilación de nutrientes, por lo que es apta para los más pequeños de la casa. Además, no solo se considera una fuente rica en calcio, sino que aporta también otros nutrientes esenciales para el desarrollo de los huesos, como el fósforo y el magnesio.

Asimismo, siempre es conveniente consultar con tu médico o pediatra cada caso concreto para conocer posibles intolerancias o alergias.

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